miércoles 27 de junio de 2018
Destacamos del Archivo Digital la siguiente selección de revistas que circularon en distintos formatos, proyectos y redes de lectores, según la definición de rol y postura de cada publicación en la sociedad y la cultura de aquellos años. Algunas, como “La Bicicleta” y “Pluma y Pincel”, surgen a mediados de los años 80; otras, como “Trauko” y “Ojo de Buey”, aparecen a finales de esa misma década, mientras que “Punto Cero” inaugura los 90. Todas contribuyen a identificar las distintas posturas y relaciones que diversos grupos vinculados al arte, la cultura y la política comienzan a manifestar y asumir en acciones respecto a los procesos socio-culturales acaecidos a inicios de los 90, década de finalización de la dictadura militar y reconfiguración de los actores políticos.
“La Bicicleta” y “Pluma y Pincel” operan dentro de actividades y prácticas de espacios universitarios, o de izquierda, con una lógica inicial de emergencia, y transitan desde un formato de publicación alternativa a una de carácter masivo, transformándose en referentes culturales asociados a instituciones, grupos sociales y exponentes que ya gozan de prestigio. “Ojo de Buey” surge como una iniciativa del Instituto Arcos, y como una reconfiguración de la Universidad Arcis en el campo cultural. Por su parte, “Trauko”, aparece como una apuesta con características “internacionales” sobre lo que debería suceder, social y culturalmente, en un país que inicia un proceso de democratización, pero termina convirtiéndose en un indicador sobre los problemas que el proceso traía consigo.
Revista “Punto Cero”, finalmente, presenta una iniciativa experimental y autónoma, que asume una distancia respecto a los actores políticos y culturales dominantes, incorporando en su funcionamiento lógicas de distribución y participación que parecen adelantar elementos de cambio tecnológico que esta década traerá paulatinamente consigo.
Eduardo Yentzen (director)
Ligada a la cultura universitaria, específicamente las pertenecientes a la Universidad de Chile y Universidad Católica, y a las acciones por la libertad de expresión y de resistencia a la opresión de la dictadura militar. Surgió durante los primeros años de la década del 70, finalizando durante los 90.
Inicialmente apostó por el desarrollo de contenidos que se vincularan con la actividad cultural y artística de espacios alternativos o a la difusión de las actividades de la Agrupación Cultural Universitaria, más adelante incluyeron reportajes y contenidos de interés y carácter masivo donde aparecen exponentes reconocidos de varias expresiones culturales, pasando de una tirada de cientos de ejemplares a una de decenas de miles.
En el número 45 destaca una entrevista a Juan Downey, reflexionando en torno a su trabajo, la experiencia a partir del trabajo con tribus indígenas y opiniones en torno a la relación entre las nuevas tecnologías y las dinámicas de control y democracia. En el número 48 aparecen artículos sobre la cultura en Río de Janeiro, psicología familiar, la violencia política, las expresiones transgénero en la música rock y una entrevista a Roberto Matta, entre otros. Finalmente, en el número 56 destaca el artículo “¿Cuál es la diferencia entre una barricada y una acción de arte?” en donde aparecen las opiniones de críticos del arte y la literatura como Nelly Richard, Justo Pastor Mellado y Soledad Bianchi, entre otros.
Gregorio Goldenberg; Francisco Herreros (directores)
La revista “Pluma y pincel”, fundada a finales de la década del setenta por Gregorio Goldenberg, ha sido una publicación centrada en la cultura nacional, con espacios de crítica y teoría, reflexión de actualidad, manifestaciones artísticas y de tendencia política de izquierda.
Inicialmente fue publicada en Buenos Aires por motivo de la dictadura militar chilena, para comenzar a circular en Santiago durante el año 82.
Son parte de nuestro archivo los números 10, 14 y 16, publicadas durante la década del ochenta y bajo la dirección de Gregorio Goldenberg, y los números 148, 150, 152, 153, 154, 157, 160 y 161, publicados a principios de los noventa bajo la dirección de Francisco Herreros.
Destacan los artículos de Pablo Goldenberg y Gonzalo Mezza en el número 10; El artículo “Tarzán ha muerto”, a propósito de la acción de arte desarrollada por E. Lihn (ver resumen documental en: http://www.ccplm.cl/sitio/2013/documentos-sobre-el-video-anos-80/), y el registro de la conversación entre Raúl Zurita y Juan Downey en el número 14. En el número 16 destaca el reportaje “Museo extraviado” que desarrolla brevemente la interrupción del proyecto “Museo de la Solidaridad” del gobierno de la Unidad Popular; el tema emerge a partir de una exposición del Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile, en donde se ocupan múltiples obras donadas por artistas extranjeros para el proyecto interrumpido. En el número 153, destaca el texto de Roberto Matta “Sin miedo abrir el verbo ojo al infrarrojo”. En la 157 aparece el artículo “Arte Arcis”, escrito por Francisco Brugnoli, donde se explica el proyecto de la Escuela de Bellas Artes de Universidad Arcis a propósito de una exposición realizada en la Sala Gabriela Mistral.
Jorge Michell, Jaime Muñoz y Néstor Olhagaray
Publicación surgida al alero del Instituto Superior de Arte y Comunicación (ARCOS), concordante con el funcionamiento de Galería Ojo de Buey y bajo la dirección de un comité conformado en sus inicios por Jorge Michell, Jaime Muñoz y Néstor Olhagaray.
La publicación, además, es asociable al funcionamiento de Galería Ojo de Buey, sobre todo en su segundo periodo de funcionamiento, también al alero de ARCOS, comprometida con la noción de “arte emergente” y tomando como referencia un primer momento de funcionamiento de la galería, a finales de los años ochenta, donde participaban exponentes como Eugenio Dittborn, Gonzalo Díaz y Francisco Brugnoli, entre otros.
Ojo de Buey es una revista que difunde crítica y diálogos teóricos en torno a la cultura visual en sus diversas manifestaciones y teoría literaria, utilizando aportes desde diversas disciplinas humanistas, pero con énfasis en lo visual.
Destacamos el número 3, que nos ofrece un texto de Justo Pastor Mellado como parte de una mesa redonda que revisa el carácter de la misma publicación; en la sección vinculada al funcionamiento de Galería Ojo de Buey, aparecen las presentaciones de otro conversatorio, esta vez en torno a las franjas del plebiscito de 1988, en ella participaron Francisco Brugnoli, Nelly Richard, Martin Hopenhayn, Vera Carneiro y Juan Arellano. El número 4 nos ofrece un artículo de Néstor Olhagaray donde reflexiona la relación entre la franja política de la Concertación durante el plebiscito de 1988 respecto a los nuevos valores sociales que este grupo promovía. Destacamos, finalmente, el especial “Balmes en tierra; a 50 años del Winnipeg”, en donde Gonzalo Arqueros y Carlos Perez Villalobos escriben textos analizando la obra del pintor, con ideas asociables al trabajo pictórico y el compromiso, así como también los desastres políticos y la condición del refugiado.
Inés Bagú y Pedro Bueno (editores)
Trauko es una revista de cómics para adultos surgida en 1988 y de publicación mensual. Fue editada por los españoles Pedro Bueno y Antonio Arroyo, el chileno Emilio Ruz y la argentina Inés Bagú en redacción y diseño.
La revista está influenciada por el “destape” de la “movida española”, constituyéndose como una apuesta cultural, por parte de sus organizadores, respecto al periodo de retorno a la democracia que se avecinaba en el país. La publicación asumió una postura contracultural, respecto a los valores sociales de la época, sintetizando en sus páginas y dibujos influencias de una estética new wave, cultura “ácida” norteamericana y libertad sexual europea.
En sus páginas aparecieron dibujantes europeos como Milo Manara, Hugo Pratt o Moebius, entre otros, y paulatinamente se consolidó un grupo de dibujantes chilenos, entre los que cuentan Marcela Trujillo, Karto, Miguel Hiza, Yoyo, Vicho, Felva y Martín Ramírez, entre otros.
La revista recibió acciones de censura, acciones legales y cuestionamientos por parte de instituciones vinculadas al mundo político nacional, tanto en dictadura como durante el inicio del gobierno de la Concertación. Su último número se edité en mayo de 1991.
Patricio Rueda (editor)
Revista Punto Cero es una publicación experimental editada por el artista visual Patricio Rueda, que adopta el formato de publicación seriada, pero conceptualizada a partir de la colaboratividad gráfica y una circulación individualizada por uso del correo postal.
La publicación se declara en oposición, o diferida, respecto a los circuitos tradicionales y afianzados del medio; estos los reconoce como parte del sistema; surge como un proyecto que situándose fuera de un circuito, es capaz de proponer a partir de la articulación de lenguajes diferentes en un nivel comunicativo; se propone la creación de una red, donde lo importante es la conexión y el tráfico productivo de significación artística, que se aleje del oficialismo, tomando como referencia el Arte Postal.
La publicación está compuesta por aportes gráficos y textos de artistas y ensayistas como Jaime Lizama, Jorge Aceituno, Kena Lorenzini, Carlos Montes de Oca, María Teresa Adriasola y Francisco Zañartu.
Destacamos el texto de Jaime Lizama sobre el Movimiento Juvenil Lautaro. En él, resalta el agotamiento de los grupos políticos de izquierda, sin fuerza o con concesiones al sistema. En tanto, el MJL, “la pandilla”, surge como una propuesta “hegemónica” de jóvenes que dejando atrás el lastre de izquierda, rompiendo “filiación”, presentan una forma de pervertir la estética y el orden imperante. Además, el texto sobre el Manifiesto del Partido Comunista, escrito por Francisco Zañartu, presenta a la figura de Carlos Marx y la lucha de clases de modo absurdo, asociándolo a un personaje chileno ficticio, abusivo y mafioso.
Finalmente, el artículo “La Cosa Nostra de la Poesía Chilena”, escrito por María Teresa Adriasola, se refiere a las disputas en la Literatura Chilena, específicamente en la poesía. Contrasta las disputas previas al Golpe de Estado de 1973, donde “había algo en juego”, con las disputas de “pandillas” de los años 90, lugar de “rencillas pequeñas”, “tierra de nadie” e influenciadas por el “colonialismo cultural”. El texto finaliza presentando a Felipe Moya y Mario Rissetti, asociados a Rodrigo Lira, como aquellos que representan en su poesía las nuevas condiciones.