martes 3 de diciembre de 2019
La Reinvención del Territorio señala la escuela como lugar estratégico donde se modelan visiones de mundo. Intervenir ese espacio para rehacer la mirada es el desafío de este proyecto que intentó recoger un testimonio lateral sobre Chile actual, a partir de los incendios de especies nativas, muchas de ellas milenarias, en las reservas China Muerta (Región de la Araucanía) en 2015 y Los Ruiles (Región del Maule) en 2017.
La intención fue producir un juego de miradas -desde la escuela hacia el hábitat y desde el hábitat hacia la escuela- experimentando nuevas maneras de recoger fragmentos de realidad, para extenderlos hacia problemáticas tales como especulación territorial, depredación forestal, crisis del agua y cambio climático.
Se trabajó con grupos de escolares de séptimo básico de dos establecimientos educacionales públicos: la Escuela Bernardo Ñanco de Lonquimay y el Liceo de Pelluhue, desarrollando ejercicios que pretendieron activar pensamiento crítico y una reinvención imaginaria del territorio, mediados por una residencia en las escuelas de la artista y su equipo.
La Reinvención del Territorio desarrolló un modelo pedagógico autoconstruido, basado en: recorridos y exploración en las zonas afectadas de China Muerta y Los Ruiles; análisis y recolección de restos; dinámicas de taller en las escuelas; diálogos en torno a las historias del lugar y la fragilidad del territorio; construcción de instrumentos de observación; análisis y construcción de mapas; proyecciones hacia el futuro por medio de cartas; visualizaciones geográficas, entre otras. Como proyecto de intervención pedagógica rural, ensayó un modelo de acción que se sostuvo en lo procesual y lo colectivo, a partir de una concepción de escuela móvil y experimental, y de la comunicación entre territorios, para generar otras miradas que enriquecen la perspectiva y la capacidad de apreciación del propio entorno.
La experiencia vivida se entiende como un recorrido, real e imaginario, por dos comunas, dos escuelas, dos reservas forestales y un centro de arte, que se activó a través de la puesta en práctica de una serie de operaciones conducidas por los conceptos de PÉRDIDA, LUGAR, CITA, MIRADA, EVIDENCIA y REINVENCIÓN. Este trayecto, en última instancia, generó en los y las estudiantes la necesidad de dar respuestas en cuanto a cómo revertir la catástrofe, (re)pensando el futuro. Esta cadena de transferencias apunta a completarse en el espacio de arte, intentando involucrar a sus espectadores en la necesidad urgente de modificar nuestro sistema de vida.
La Reinvención del Territorio, finalmente, deviene una instalación multimedia que contiene una síntesis del proceso acontecido, cuya puesta en escena se despliega a partir del concepto de nueva escuela, praxis expandida que impulsa a lo pedagógico a retomar el contacto con la realidad desde múltiples perspectivas y que ha pretendido activar una pregunta central: ¿cómo vivir juntos?
Curatoría: Ana María Saavedra y Luis Alarcón